¿Por qué decidí independizarme?


Lo sé, seguramente te estarás preguntando, “¿qué tiene de novedoso este tema?”, “¿eso es parte de la vida, ¿o no?”. Bueno, la razón por la que quise abordar este tema se debe a la cantidad de casos de extrema dependencia que he llegado a ver en mis andares por la vida, espero, no obstante, no ofender o lastimar susceptibilidades, estimado lector. Hablaré desde mi punto de vista.

Desde que era una adolescente tuve la inquietud de independizarme y vivir sola, pues a esa edad me llamaba la atención el hecho de no tener que pedir permiso, hacer lo que quería, ganar mi propio dinero, administrar el tiempo a mi manera, en fin, el lado divertido de estar sola y ser autosuficiente, idea que nunca se borró de mi mente y que hasta la actualidad conservo.


Recuerdo que yo hablaba de este deseo con mucha regularidad y sencillez porque para mí era una meta a conseguir, un deseo profundo y a su vez un tema que no tenía mucha relevancia, sin embargo, cuál era mi sorpresa al ver que muchas personas con las que yo platicaba de este tema   me respondían cosas tales como: “yo estoy bien viviendo con mis papás porque me ahorro el pago de renta” - bueno, esa era la respuesta más común – sin embargo había otras respuestas similares o relacionadas con la primera, por ejemplo: “es que viviendo con mis papás nunca me falta comida, ropa limpia, una casa aseada y en orden, dinero para mis deudas, etc.”, “es que me da miedo estar solo (a)”, “es que yo no podría hacer todo solo (a), ¿quién pagará el internet, el teléfono, la luz, el agua o la renta si no estoy al pendiente?”, “es que es más cómodo estar con mi familia” y así un sinfín de excusas. El caso más crítico fue cuando platiqué con un compañero, el cual tenía intenciones de casarse pronto y recientemente acababa de posicionarse en un buen empleo en una ciudad cercana a su casa, por lo cual yo le pregunté si por el momento se encontraba rentando alguna casa o departamento y ante lo cual, me respondió que quería seguir viviendo en casa de sus padres para no pagar renta y tener más tiempo para descansar, pero ¡Él ya quería casarse! Bueno, reitero, es sólo mi opinión, nadie está obligado a pensar de la misma manera, sin embargo, voy a poner los puntos clave que a mi percepción son los que me han hecho independizarme y por supuesto, bien dicen que una vez que pruebas la libertad no quieres dejarla, pues bien, ese fue mi caso, he crecido tanto que ya no me es posible retroceder, sino que tomé más impulso.

     1. Vivir solo implica una gran responsabilidad: ¿Quién será el encargado de realizar el aseo, cocinar, lavar y planchar tu ropa, realizar el pago de los servicios, etc.? Claro que hay opciones que pueden facilitarte la vida en estas situaciones, tales como, llevar tu ropa a la lavandería o contratar alguna persona que te ayude con los deberes, sin embargo, si aún no cuentas con el dinero suficiente para ayudarte con alguna de estas opciones, tendrás que meter las manos y hacer buen uso del tiempo para poder efectuarlas, lo cual fue mi caso, pues en aquel entonces, yo  quería hacerlo todo por mi cuenta para ahorrar un poco más.

1    2. Vivir solo implica el crecimiento de tu persona: Es bueno estar rodeado de gente, así como también es bueno – y sano – tener tiempos libres en los cuales puedas meditar, realizar alguna actividad de tu agrado, descansar, planear, invertir en ti, aprender, en pocas palabras, regalarte a ti mismo un tiempo de calidad.

1    3. Salir de tu zona de confort: Cuando vives solo sabes que de no tener una buena organización de tu tiempo y establecer prioridades, podrás llegar del trabajo o escuela y no tener comida preparada, ropa limpia, un departamento en orden, o tener un pago vencido de algún servicio y poder realizar esas tareas así sean pequeñas o muy laboriosas implica ante todo un cambio de hábitos, lo cual es bueno, no podemos tener riquezas con hábitos de pobreza, grandes cambios comenzaron con pequeños esfuerzos. Si eres de los que salen corriendo al trabajo apenas parándose de la cama y no les da tiempo hacer absolutamente nada, ¿Qué tal si comienzas a levantarte 10 minutos antes para poder tender tu cama antes de salir?, ¿qué tal levantarte 10 minutos antes para alcanzar el transporte colectivo y no tener que pagar un servicio especial que te genere un gasto extra? Soy una total convencida de que si queremos hacer grandes cosas, al empezar por los pequeños detalles nos sentiremos más motivados e impulsados al ver cómo los resultados son positivos.

     4. Valorarte: Una vez más, soy una fiel convencida que para poder establecer relaciones familiares, amistosas y especialmente amorosas, hay que aprender a estar solos, es decir, valorarnos, estar con las personas por amor y no por la necesidad de compañía. Si eres una persona que por el momento no tiene una relación de pareja, lejos de flagelarte pensando que estás muy solo ¿por qué no echar a andar ese proyecto con el que tanto has soñado?, ¿por qué no invertir ese tiempo en alguna actividad que estimule tu creatividad, que saque a la luz algún talento por ejemplo, escribir, aprender a tocar algún instrumento musical, tomar un curso en la especialidad de tu interés, leer un buen libro, viajar, etc.?

     5. Aprender a hacer presupuestos: Entiendes que tienes necesidades básicas y al ser independiente no tendrás que rendir cuentas más que a ti, por lo cual comienzas a pensar cómo disminuir gastos, aumentar los ingresos, te organizarás mejor porque sabes que no hay alguien que pueda ‘auxiliarte’ en determinado momento.

     6. Conocerte a ti mismo: ¿Quién eres tú cuando estás solo?, ¿la misma persona que si te encuentras rodeado de gente?, ¿lo has pensado?

3   7. Resolver más efectivamente los problemas emocionales: Aceptémoslo, en muchas ocasiones queremos estar solos, no responder preguntas cuando nos sentimos mal por alguna circunstancia.

4    8. Vencer tus miedos: Siempre tuve en mente que quería vivir sola, pero ¿creerías que a pesar de mi deseo yo tenía miedo a la oscuridad? Un miedo que superé para cumplir mi meta y que hoy lo veo como una anécdota divertida la cual me hizo sentir más fuerte y segura de mi misma.

     9. Porque simplemente y en resumidas palabras, son más satisfactorios los resultados que obtienes por tu propio esfuerzo, porque como lo dije antes, una vez probando la libertad, no quieres regresar a la rutina. Sí, es verdad que al principio te puede costar algo de trabajo acostumbrarse, que vas a tener más obligaciones y responsabilidades, sin embargo, el crecimiento, aprendizaje y fortaleza que obtendrás será para toda la vida.

By: Mayte Ruiz Bustamante




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