¡No te cases!
Un consejo que les daré a mis hijos cuando los tenga y ellos
estén en edad de comprenderlo mejor, será:
Cásate hasta que hayas experimentado vivir solo, hasta que te hayas encontrado
a ti mismo en medio de la soledad y la urgencia de la independencia, hasta que
te hayas aventurado a conocer lugares solo, hasta que comprendas la importancia
de estar con una persona cuando te sientas pleno y satisfecho contigo mismo
para poder compartir tu mejor versión y sepas valorar su tiempo, para estar con
ella por amor y no por necesidad ni por temor a estar solo.
Cásate hasta que ya te hayan roto el corazón, hasta que
hayas conocido suficiente del amor.
Cásate hasta que hayas viajado lo suficiente, hasta que hayas aprendido de otras culturas, domines otro idioma, hayas conocido
el arte de diferentes lugares y probado mucho platillos típicos.
Cásate hasta que te hayas aventurado a emprender.
Cásate hasta que puedas mirar hacia atrás y ver el
patrimonio que has creado con orgullo.
Cásate cuando hayas aprendido a disfrutar de las
adversidades y a bailar bajo la lluvia.
Cásate hasta que sientas que te has atrevido a vivir la vida
que quieres, esa que siempre soñaste.
Cásate hasta que tengas una vida fascinante que contar para
inspirar y decir: “Estoy preparado para todo, estoy aquí no porque necesite
sino porque quiero y amo”.
Cásate cuando creas que es momento de compartir una historia
mientras ves un atardecer bebiendo una taza de café…
By: Mayte Ruiz Bustamante
Comentarios
Publicar un comentario